Casino de la Cultura

Diseñado y construido en 1943 por el ingeniero Constantino Haza Peralta. En este edificio se llevaron a cabo durante muchos años las fiestas de lo más selecto de la sociedad de Culiacán. Posteriormente estuvo abandonado algún tiempo y hoy se le ha restaurado para devolverle parte de su antigua vida

Excelente lugar para realizar eventos de orden público de mediano tamaño, su salón es amplio pero se encuentra en planta alta y no hay servicios para que puedan acceder a esta discapacitados

Un lugar para llenarte de cultura

Algo descuidado y el ponente de la conferencia muy prepotente, no nos dijeron sino hasta el final que cobraba 200 pesos y en la publicidad no venía.

Hace poco asistí a un concierto de una banda local en este casino de la cultura de de la capital. Me pareció que es un centro cultural para eventos amplio, ya que cuenta con dos pisos y una arquitectura moderna; yo solo había ido a la librería que es pequeña (parte de abajo) pero cuenta con buenas piezas de libros vale la pena asistir a eventos que promueven nuestro acervo.

Un lugar para leer y estudiar. Muy tranquilo

Es un lugar muy propicio para difundir la cultura. Tiene una biblioteca, una librería y salones para conferencias. Este sitio fue el lugar más concurrido por la alta clase social, económica y política de Sinaloa. Su actividad como Casino inició aproximadamente en la década de 1930.

No sirve el aire acondicionado

Es un buen lugar en el Centro Histórico de la Ciudad de Culiacán, para organizar encuentros de grupos afines a la cultura. Cuenta con varias secciones de interés general como la biblioteca y un amplio auditorio. Sus servicios sanitarios están presentables y limpios. No cuenta con estacionamiento exclusivo. La atención de sus empleados es de calidad. Los servicios que aquí se prestan son subsidiados por el Gobierno del Estado. Por lo que algunos servicios son gratuitos o cuotas accesibles al público.

Tienen libros que son difíciles de encontrar en otras librerías. Sin embargo, su surtido en general se queda corto, además de tener una atención al cliente regular. Se nota que es una librería del estado. Nadie se empeña en dar un buen servicio, la librería está escondida y sin anuncios que te hagan saber que existe, no hay nada que te invite a entrar o te haga entender que dentro de ese enorme edificio hay una librería. Por detalles como esos la cultura en el país está como está, no hay interés de parte de los funcionarios públicos en hacer funcionales y autosuficientes los establecimientos del estado. Da la impresión de que esa librería no gana, sino que pierde dinero. Dos estrellas solo porque he encontrado dos o tres libros que en el resto de Culiacán no se encuentran.