Campamento Lacandones

El campamento es un lugar bellísimo la selva que es el principal atractivo es lo mejor te rodeas de naturaleza, es un lugar seguro, las cabañas son bastante austeras y tienen un costo alto, los alimentos dejan mucho que desear, hay wifi, las caminatas que hacen valen la pena aunque son mucho más cortas de lo que dicen.Yo si regresaría aunque sea para estar descansando hay un rato.Pero les sugerí que mejoren el menú de los alimentos por ejemplo fruta que no dan, pan para el café que me encanta.Es un lugar muy recomendable para llevar niños.

Este es un lugar para desconectarse completamente de la tecnología, no hay internet y solo tiene servicios básicos agua, luz, drenaje, las habitaciones están bien, solo que son muy húmedas (lo cual es propio de la región), tiene su propio restaurante con comida rica y precios accesibles, lo que está genial es que están al lado del río lacanja al que te.puedes meter a nadar (agua muy clarita y en la orilla tiene 1.50 metro de altura) también venden papitas, refrescos y cerveza, recomiendo llevar cartas o algún juego de mesa de ese estilo, obvio traje de baño, repelente y bloqueador solar.No pude tomar muchas fotos pero es una cabaña totalmente rústica, le pongo 4 estrellas pues nuestra habitación en el baño tenía una fuga, pero fuera de eso me pareció bien.

Entre medio de las comunidades se encuentran estas Cabañas expresamente para turistas totalmente equipadas. Están al lado de una cascaditas y un río perfecto para darse un remojón para relajarse después de un día de humedad y calor intensa por la lluvia. No tienen espacio para cocinar y solamente hay un restaurante con comida típica, pasable. Sin embargo nos dejaron un fogón para cocinar cosa que apreciamos pues llavabamos nuestra propia comida. Hay agua caliente y se duerme de maravilla con mucha tranquilidad. Nos dieron toallas y botellas de agua incluidas.Solamente a pocos quilómetros se encuentran las ruinas de bonampak y es un lugar ideal para andar entre la selva. Estuvimos en general muy agusto a buen precio así que totalmente recomendable para grupos, parejas o solitaries que deseen conectar con la naturaleza.

Es un lugar hermoso pero el mismo tema SUCIO ahí se realiza la actividad de los RAPIDOS

El lugar es tranquilo, ideal para descansar.

Es un lugar Mágico, es perfecto para desconectarte de todo y tiene un rio justo en frente perfecto para nadar.

Ten en cuenta que entrar a la Selva Lacandona no te va a costar barato, sin embargo, este hotel es de los económicos. Habitación sencilla con dos camas para dos personas, con baño compartido, en general cumple, los baños decentes, para bañarte hay agua caliente, el wi-fi no sirve. El restaurante tiene precios accesibles, y bueno, aquí básicamente pagas por estar dentro de la selva, tiene río dónde te puedes meter a nadar, además de varias actividades y los chicos de la recepción son amables (no tanto las del restaurante).

Cabañas sencillas, muy básicas pero con suficiente espacio y limpias, excelente atención, el tour en la selva muy bonito, nuestro guía Salatiel muy amable y siempre atento, esperamos regresar para hacer mas actividades.

El lugar está al borde de la selva. Es un muy bello campamento con todos los servicios, el personal súper amable, la cocina del restaurant con muchas opciones. Y los precios justos. Tuvimos la fortuna de conocer a dos guías William y Johnny. Contratáramos 2 de las experiencias que ellos ofrecen. La caminata a cascadas y el Rafting con caminata larga. Inolvidables. Visitamos cascadas, un cenote, ruinas no exploradas y rafting. De lo único que nos arrepentimos fue de haberle destinado únicamente 2 noches al lugar, lo cual nos invita a regresar y a disfrutar con estas extraordinarias personas en esta único lugar. Un destino que tienen que vivir.

Se ve que el campamento fue muy diferente durante los primeros años porque ya estando en el lugar uno se da cuenta de la falta de mantenimiento de todo.Nuestro cuarto estaba muy sucio, todo lleno de polvo e insectos muertos. Más de la mitad de los baños no están en servicio. Durante una noche no hubo agua y no propusieron ninguna alternativa para los huéspedes.La comida del restaurante es regular. Comimos diferentes cosas y no estuvo mal, lo único decepcionante fueron las quesadillas: tortillas de harina industriales con poco queso y frijoles por 90 MXN. Algo caro para lo que es. No hay ninguna opción de comida cercana, solo se puede comer en la comunidad Lacandona.El personal fue muy desorganizado con nuestra reservación. Se equivocaron con las noches que habíamos reservado. Hay personal que es amable pero otros no tanto. Tuvimos una sensación de ser observados y que para todo teníamos que pagar algo extra. Si les interesa hacer el tour de Yaxchilan, les recomiendo hacerlo por su cuenta. A nosotros nos lo estaban vendiendo a 2000 MXN en el campamento, pero en Yaxchilan directamente pagamos 1400 MXN. Todo eso no nos hizo sentir acogidos y que solo buscan hacer negocio con todoEso sí, la naturaleza a los alrededores es muy bonita. Es una lástima. Se ve que es un lugar con potencial que le falta más cuidado.Consejo: Si no tienen otra opción y quieren visitar la comunidad, intenten pasar lo menos de noches posible. O busque hospedaje en alguna ciudad cercana (como Palenque) para hacer las salidas desde allá.